El Baby-led weaning (BLW) ha ganado mucha popularidad como técnica de introducción de alimentos. Aunque tiene ventajas evidentes, conviene hacer una revisión nutricional para entender qué nutrientes pueden requerir atención especial, especialmente las proteínas.
Ventajas del BLW
El BLW aporta beneficios claros en el desarrollo del bebé:
- Motricidad fina: tomar trozos de comida ayuda al desarrollo de la coordinación mano-ojo
- Exploración de gustos y texturas: fomenta un interés positivo por la diversidad de alimentos.
- Masticación y desarrollo oral: promueve un correcto desarrollo de la cavidad oral.
Sin embargo, algunos beneficios frecuentemente asociados al BLW, como la regulación del apetito o una relación saludable con la comida, también pueden conseguirse con purés si el adulto observa las señales de hambre y saciedad del bebé, como cerrar la boca o girar la cabeza.
Riesgos relacionados con las proteínas
Uno de los principales puntos críticos del BLW es la introducción de alimentos ricos en proteínas (carne, pescado, huevo, legumbres) en bebés menores de 1 año. Durante los primeros meses, el sistema digestivo de los bebés es inmaduro: la producción de ácido clorhídrico y enzimas digestivas como la pepsina es limitada, lo que dificulta la digestión completa de las proteína
Esta limitación implica que, si los alimentos proteicos se dan en trozos grandes, el bebé puede no aprovecharlos de manera óptima, lo que puede afectar el desarrollo muscular, cerebral e inmunológico.
Cómo introducir los alimentos
Para bebés menores de 1 año:
- Proteínas trituradas: carne, pescado y huevo, preferiblemente triturados con una batidora. Esto facilita la digestión y absorción de los nutrientes. Masticar con los dientes del adulto puede aportar enzimas digestivas y sustancias inmunitarias a través de la saliva.
- BLW o triturado: alimentos como frutas, verduras, patata, boniato, arroz, pasta, legumbres y yema de huevo pueden ofrecerse en trozos.
Para bebés mayores de 1 año:
- Se puede introducir huevo entero triturado y carne o pescado en forma de carne picada (predigerida), como albóndigas o hamburguesas.
Conclusiones
El BLW tiene muchas ventajas, pero cuando se trata de proteínas, es necesario adaptar la técnica a la madurez digestiva del bebé. La introducción adecuada de alimentos triturados durante el primer año asegura un correcto desarrollo y evita problemas de biodisponibilidad proteica.
Referencias:
- Johnson, L. R. (2014). The Physiology of the Gastrointestinal System.
- Barrett, K. E. (2019). Gastrointestinal Physiology.